lunes, 27 de octubre de 2008

Amadís de Gaula


El año 1508 es la fecha precisa de un libro en el que todo lo demás resulta bastante impreciso, e incluso desconcertante. Pero en 1508 se publica en Zaragoza esta novela en cuatro tomos, corregida por un Gardi Rodríguez de Montalvo, que le añadió un quinto libro titulado «Las Sergas de Esplamdián». Esplandián era hijo de Amadís y de Oriana y su primera acción después de ser armado caballero fue salir al rescate de su abuelo Lisuarte, que había sido raptado mientras cazaba en el bosque por tres doncellas. Resurge, por tanto, a comienzos del siglo XVI, el mundo misterioso y mágico de la caballería, si es que Rodríguez de Montalvo fue el autor de esta obra. De este Montalvo sólo se sabe lo que él nos dice: que había sido corregidor de Medina del Campo y muy aficionado a la caza. Narciso Alonso Cortés lo vincula al linaje de los Pollinos de Molina y consta que era hidalgo en 1482, aunque su propio nombre es indeciso, y que en toda las posteriores ediciones del «Amadís» figura como Garci Ordóñez de Montalvo, que es como aparece en las historias de la literatura española, cuando no indistintamente con uno u otro apellido. Si nos atenemos a la fecha de su publicación, «Amadís de Gaula» es una novela de caballerías tardía. No hay duda de la existencia de una versión anterior del siglo XIV en tres tomos, de la que se conservan algunos fragmentos copiados a comienzos del siglo XV. El canciller Pero López de Ayala reconoce haber leído tres tomos en su juventud, lo mismo que su contemporáneo Pero Ferrús, y en la crónica portuguesa de Gómez Eannes de Azurra, escrita en 1454 se afirma que su autor fue el portugués Vasco de Lobeira, armado caballero en la batalla de Aljubarrota (1385), en la que cayó prisionero su lector el canciller Ayala (y encerrado en una jaula de hierro, lo mismo que otro gran poeta, Ezra Pound, seis siglos más tarde). Otras vagas noticias remontan su redacción a los comienzos del siglo XIV, habiendo sido refundida la novela por Juan de Lobeira, trovador de la corte del rey don Dionis que figura en el cancionero Colocci-Brancurti. Tampoco se puede precisar en qué lengua fue escrita originalmente la novela, ya que hay razones para suponerla compuesta en Portugal, Castilla o Francia, puesto que Herberay des Essarts, su traductor al francés, asegura que lo que vierte al francés es un texto anteriormente pasado al castellano de la lengua picarda. Basándose en su ambiente y en su atmósfera lírica, Menéndez Pelayo la deduce originaria del noroeste peninsular, ya que en ella son perceptibles «un idealismo sentimental que tiene de gallego o portugués mucho más que de castellano». De hecho, el personaje de Amadís tuvo fortuna literaria en portugués (como protagonista de una comedia de Gil Vicente), mientras Francisco I de Francia le encargó a Herberay des Essart que le tradujera el texto de Montalvo. Muy objetivamente, José Luis Gavilanes resume que «parece hoy indiscutible que hubo textos en portugués anteriores a la edición en castellano de Garci Rodríguez de Montalvo, pero ello no nos lleva necesariamente a admitir que la primera redacción fuese en lengua portuguesa, pues también hay testimonios anteriores en castellano». Como dato muy curioso, Bernal Díaz del Castillo cita, como es sabido, el «Amadís» en su «Historia verdadera de la conquista de la nueva España», capítulo CXXXI, y menciona como su autor a un Rodrigo Morejón de Lobera. Merece atención esta cita por dos motivos: Bernal Díaz nació en 1492, hijo de un regidor de Medina del Campo, villa de la que por aquellos años debía ser su corregidor Garci Rodríguez de Montalvo; y en cuanto al presunto autor Rodrigo Morejón de Lobera, ¿no puede ser Lobera la castellanización de los apellidos portugueses de Vasco Lobeira y Joao Lobeira? En cualquier caso, «Amadís de Gaula» fue el eje sobre el que giraron las novelas de caballerías, tanto castellanas como portuguesas, aunque no sea la primera del género, que lo sería «El caballero de Cifar», de comienzos del siglo XIV (Wagner precisa la fecha de 1300). De Amadís proceden la serie de los Palmerines, Partinuples, Clamades, etcétera. Teniendo en cuenta esta paternidad, en el escrutinio de la librería del Quijote, el cura quiere condenar la novela al fuego, pero intercede por ella el barbero, alegando «he oído decir que es el mejor de todos los libros de este género que se han compuesto». A la edición de Montalvo siguieron continuaciones debidas a autores diversos, e incluso con distintos títulos: el séptimo libro tiene por protagonista a Lisuarte de Grecia y en el octavo muere Amadís, más Feliciano de Silva (1492-1558), experto en resurrecciones literarias (a él se debe también la de la Celestina) lo resucita en el noveno, titulado «Amadís de Grecia», por ser este Amadís hijo de Lisuarte. Y vendrán más libros sobre don Florisel de Niquea y don Rogel de Grecia, hasta que Amadís muere definitivamente en medio de una tremenda batalla trazada en una versión italiana: y desde entonces no ha vuelto a resucitar. Pero como escribe Ángel del Río, «el Amadís que nos interesa es el de Montalvo, porque su mérito como obra literaria, su éxito entre los contemporáneos y su claridad de progenitor de la familia caballeresca del siglo XVI se fundan en el más "polido estilo", al par que en el propósito de animar los corazones y la inmortal memoria del arte de la caballería».


La Nueva España


EXPOSICIÓN:


Amadis de Gaula (1508): Quinientos años de libros de caballerías



Lugar: Sala Recoletos de la Biblioteca Nacional.
Fechas: 9 de octubre de 2008 a 18 de enero de 2009.
Horario: martes a sábados de 10 a 21 h. Domingos: de 10 a 14 h. (Último pase 30 minutos antes del cierre.)
Exposición organizada por la Biblioteca Nacional de España y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.
El comisario de la muestra es José Manuel Lucía Megías, profesor de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid y Coordinador Académico del Centro de Estudios Cervantinos.

Amadís de Gaula, 1508: quinientos años de libros de caballerías quiere ser un homenaje a uno de los géneros más europeos que ha dado España, al tiempo que permita comprender cómo fue posible que se llegaran a escribir más de ochenta obras diferentes, y que su éxito comenzara a finales del siglo XV y se mantuviera hasta las primeras décadas del siglo XVII, más allá del Quijote.El 30 de octubre de 1508 se terminaron de imprimir en Zaragoza Los cuatro libros de Amadís de Gaula, refundidos por Garci Rodríguez de Montalvo. El primer texto completo conservado de uno de los libros más influyentes durante los Siglos de Oro, dado que su éxito dio comienzo al género literario y editorial más celebrado de su época: el de los libros de caballerías. Garci Rodríguez de Montalvo murió hacia 1505. Regidor de Medina del Campo y muy vinculado a Isabel la Católica, terminó, seguramente, de reescribir su Amadís entre 1495 y 1497, a partir de un texto caballeresco que había gozado de un enorme éxito desde principios del siglo XIV: el Amadís de Gaula medieval, introduciendo un cuarto libro y una continuación: las Sergas de Esplandián. El Amadís de Montalvo debió publicarse a finales del siglo XV, pero de esta primera edición no hemos conservado ningún ejemplar.


La Biblioteca Nacional de España conserva una de las colecciones más completas de libros de caballerías. Algunos ejemplares únicos y otros muy valiosos por alguna característica externa, como un ejemplar del Amadís, de Burgos de 1563, que sirvió de original de imprenta para la reedición del Amadís impreso en Salamanca en 1575. En la muestra se encuentran reunidos por primera vez algunos de los ejemplares más importantes para la difusión del Amadís de Gaula y de los libros de caballerías: los únicos cuatro fragmentos manuscritos conservados del texto medieval, fechados en el siglo XV; el único ejemplar conservado de la edición del Amadís de 1508; ejemplares de las primeras ediciones del ciclo amadisiano… Y junto a estas joyas bibliográficas, también el visitante puede adentrarse en el interior de las aventuras caballerescas, conocer algunas de sus imágenes más curiosas gracias a magníficas estampas de la época e, incluso, ser el protagonista de una aventura caballeresca mágica: la Torre del Castillo del Universo. Seis apartados se distribuyen en el espacio de la Sala de la Biblioteca Nacional de España de la siguiente manera:1. El Amadís de Gaula medieval2. Amadís de Gaula y la imprenta3. Amadís de Gaula, Zaragoza, 15084. Los libros de caballerías por dentro5. El imaginario caballeresco: torneos y desfiles triunfales 6. Leer libros de caballerías La exposición termina con un epílogo en que se rescata, casi al final, la figura de Alonso Quijano, uno de los lectores más certeros de libros de caballerías.Como complemento de la exposición se presentará el espectáculo teatral El caballero, con texto de José Ramón Fernández y basado en la figura de Amadís de Gaula.







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