domingo, 23 de mayo de 2010

Goya y sus caprichos.






Goya amparado por la nobleza a la que retrataba y por el Rey que lo adoraba como a un hijo, alcanzó a principios de los años 90 del siglo XVIII una posición acomodada, incluso destacada dentro de la sociedad madrileña.
Goya, muy cercano al círculo de Jovellanos, Cabarrús, Moratín o Cea Bermúdez, algunos de los cuales tuvieron graves pleitos con el Santo Tribunal.
Goya se encontraba en un dificil paso: humillado por su enfermedad que le alejaba del mundo, viendo el fracaso de las ideas ilustradas en España y el giro demasiado radical del liberalismo francés, su carácter se tornó más agrio y crítico con todo lo que le rodeaba.
Tan sólo la estancia en Sanlucar con la Duquesa de Alba en 1796 le dio un descanso a su sufrimiento.
Grabados. Una nueva técnica, más barata, más libre, lejos de la pintura cortesana encorsetada. Fácilmente reproducible pero también un lenguaje artístico nuevo: dibujo pero bajo los parámetros del bosquejo, sombras y luces pero monócromas. Formas difuminadas, potentes sombreados, modelado inacabado. Otro concepto apenas visto antes, quizás tan solo en los grabados de Rembrandt. Goya aprendió una técnica diferente, el aguafuerte, que es similar a dibujar. Aprendió además una segunda técnica mucho más complicada, el aguatinta, que le permitía gradaciones de manchas desde el blanco al negro, algo similar a realizar aguadas en pintura. Empleó ambas técnicas simultáneamente, era algo novedoso y consiguió unos grabados que son bastantes parecidos a las pinturas.Aunque decidió esperar por miedo a la Inquisición, su necesidad de expresarse le llevó a sacarlas a la venta a principios de 1799. La Gaceta de Madrid publicó la edición de Los Caprichos con el título de «Colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y grabadas al aguafuerte por D. Francisco de Goya» .
Los graves problemas de Godoy enfrentado a algunos círculos de la nobleza, desprestigiado por las derrotas militares y acosado por el Directorio francés le llevaron a su abandono del poder. No volverá hasta 1801. Goya, atemorizado por la falta de su amigo, retira la edición de los Caprichos.
En 1803, para salvar los Caprichos, Goya decidió ofrecer las planchas y todas las series disponibles (240) al rey, con destino a la Real Calcografía, a cambio de una pensión para su hijo.
Es dificil encontrar algo tan moderno es su concepción formal pero también en su significación. Como arte, es innovador. Pero también abren un nuevo camino que después seguirá el realismo y, posteriormente, las vanguardias: el artista y su arte como arma de combate social.
http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Los_Caprichos

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