viernes, 1 de agosto de 2014

Tomas Tranströmer

He de volver

El encuentro de una emoción. Un atmósfera mágica, y eso que la sala estaba llena de guays y no se ven todas las pantallas de la videoinstalación a la vez. Como he dejado el cielo a medio hacer he de volver, una tarde cualquiera cuando no haya nadie.



versos de Deshielo a mediodía

El aire matinal repartió sus cartas con sellos incandescentes.
La nieve iluminó y todos los pesares se alivianaron: un kilo pesaba
apenas setecientos gramos.

Estábamos en el primer capítulo de un relato muy intenso.

Una naturaleza muerta de troncos, en el lago, me puso pensativo.
Les pregunté:
«¿Me acompañan hasta mi niñez?» Respondieron: «Sí».

Desde la espesura se escuchó un murmullo de palabras
en un nuevo idioma:
las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramas negras
y hablaban
muy lentamente sobre la nieve.

Pero la tienda de saldos, haciendo reverencias con su
estruendo de faldas,
hizo que el silencio de la tierra creciese en intensidad.

versos de Tomas Tranströmer de EL CIELO A MEDIO HACER 

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