lunes, 6 de junio de 2016

Poemas

"Hice una pequeña lista
con todas esas cosas horribles que dices que soy.
No recuerdo donde la guardé, ni tampoco me interesa.
Así que, por favor, añade:
olvidadiza y despreocupada."
Texto: Ana Elena Pena.

"Me seducía,
me provocaba,
me cautivaba
y era la curva con más morbo
de todo su cuerpo.
No podía evitarlo
pero me ponía demasiado
tu sonrisa...
y jamás te lo dije."
Texto: "Tus aviones de papel" de Guillermo Navarro-Macondo.

"Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre 
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno»."
Texto: "El desayuno", de Luis Alberto de Cuenca.

"Y con la venda de los ojos me hice un lazo en el pelo. Ahora estoy más guapa y menos ciega."
Texto: Sara Buho

"Te voy a hacer el amor..."
Me sirvió una copa de vino. Llenó la bañera 3/4. Conocía la temperatura exacta cómo me gustaba el agua. Me quitó la ropa y me ayudó a entrar. Me lavó el cabello, la espalda y los pies.
Me llevó a la cama y mientras secaba mi cuerpo, humedecía mi alma. Me acostó boca abajo y comenzó a masajear mi espalda. No decía nada, pero su suave respiración era lo más bello que podía oír. No sé en qué momento me dormí pero desperté en sus brazos. Y me dijo: Hay muchas maneras de hacer el amor.
Respiré profundo y lo besé.
Y esta vez lo hicimos como yo sabia... con el cuerpo. Ese amor salvaje que nace en la piel."
Texto: Facundo Cabral.

"Entonces se desnudó... y donde ella aseguraba que sobraban kilos yo juré que le faltaban besos. "
Texto: Ernesto Pérez Vallejo.

"No temas,
que no habrá reproches, ni insultos, ni agravios.
Ni una sola maldición escucharás de mis labios.

Ni cuchillos por el aire, ni vajillas en pedazos,
ni amenazas soterradas, ni tragedias, ni portazos.
No escupiré en tu puerta, ni envenenaré tus plantas,
ni escribiré "TE ODIO" en cada esquina de tu casa.
Que me veas feliz, esa será mi venganza."

Texto: "Sangre en las rodillas" de Ana Elena Pena.

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