lunes, 10 de septiembre de 2012

Himno al amor. Novalis


Sólo unos pocos
Gozan del misterio del amor,
Y desconocen la insatisfacción
Y no sufren la eterna sed.
El significado divino de la cena
Es un enigma para el hombre,
Pero quien una sola vez,
En los ardientes y amados labios
Haya aspirado el aliento de la vida,
Quien haya sentido fundir su corazón
Con el escalofrío de las ondas
De la divina llama,
Quien, con los ojos abiertos,
Haya medido la lejanía del cielo,
Ése comerá de su cuerpo
y beberá de su sangre
para la eternidad.
[…]Un día todo será cuerpo,
Un único cuerpo,
Y en la sangre celestial
Se bañará la feliz pareja.
Y el océano se teñirá de rojo
Y las rocas se harán carne perfumada.
Nunca termina el delicioso banquete
Nunca se sacia el amor,
Y nunca se acaba de poseer al ser amado
Ni el abrazo es suficiente.
Más tiernos se vuelven los labios,
El alimento se transforma de nuevo
Y se vuelve más profundo, íntimo y delicado.
El alma se estremece y tiembla
Con mayor pasión,
el corazón tiene siempre hambre y sed,
y así, para la eternidad,
el amor y la pasión se inmortalizan.
Si los que ayunan
Lo hubiesen saboreado sólo una vez
Lo abandonarían todo
Para venir a sentarse con nosotros
A la mesa servida y nunca vacía
Del ardiente deseo.
Y reconocerían así
La inagotable plenitud del amor,
Y celebrarían la consumación
Del cuerpo y de la sangre.

Novalis Seudónimo de Friedrich Leopold von Hardenberg, poeta alemán, uno de los escritores que formuló la teoría del romanticismo literario en la revista Das Athenaeum. Nació en el seno de una familia noble en Oberwiederstedt (Sajonia). Estudió derecho, ciencias y filosofía en las universidades de Jena, Leipzig y Wittenberg, se hizo funcionario civil pero dedicó todas sus energías a escribir y loar su amor por Sophie von Kühn, su prometida que murió a la edad de quince años.

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