lunes, 16 de marzo de 2015

“Un vaso de vino y jamón son divinos para cantar”

“Un vaso de vino y jamón son divinos para cantar”. Kiko Venenorecuerda la paletilla de pata negra que presidía el backstage del primer concierto de El Pimiento Indomable, el pasado 26 de febrero en el Auditori de Barcelona, en la presentación de la gira española del proyecto transoceánico de el cantante español y Martín Buscaglia. “Era la mezcla de la vanguardia y la tradición. Esperamos que nuestra música sea eso, un jamón de pata negra en un edificio modernista”, reflexiona el músico uruguayo.
Kiko Veneno, con rictus serio y mucha guasa, asegura que a su primer bolo acudió la guardia municipal, la policía de cercanía, los mossos… Y Martín Buscaglia y él tuvieron la suerte de escapar por el túnel de Montserrat. “Nos siguen buscando, pero solo allí, en Cataluña, y seguiremos en busca y captura hasta que perpetremos otra actuación”.
Estos dos fugitivos solitarios, armados con teclados, armónica, bajo, percusión, ukeleles, cazú y guitarras eléctricas han seguido su huida en Sevilla, Barcelona, Murcia, Granada, y completarán su ruta por  Cádiz (hoy), Bilbao (18), para recabar en Madrid el 19 de marzo y terminar en Zaragoza el 21. Una gira de nueve conciertos por toda España que se ha postergado en el tiempo desde que en 2012 grabaran el primer trabajo conjunto como Pimiento Indomable (publicado en España por Satélite K en 2014). “El directo es una instancia muy verídica, no hay lugar al engaño. Y además no queremos hacer una mera reproducción del disco. Las tocamos todas, pero vestidas con el ropaje que le ponemos nosotros dos solos en el escenario. Es muy interesante porque así es cómo creemos que las canciones no mueren, se mantienen vivas”, explica Buscaglia.
Doce canciones de un disco que nació con el movimiento 15M y que reúnen la originalidad y la rebeldía de dos músicos sin aditivos. “Nos encanta la semilla auténtica, la antigua, la del pimiento, que a pesar de que pueda ser una hortaliza de agricultura industrial, tratada en Almería como los tomates para que sean brillantes, redondos, perfectos… Sigue manteniendo su forma y sabor característico, indomable. El pimiento tiene ese toque de rebeldía que nos encanta”, explica Veneno, que acaba de adquirir un libro de agricultura tradicional. “Lo que importa es la esencia y la originalidad”, añade el Buscaglia.
Estos dos músicos de verso libre se han impuesto una norma, buscando esa pureza en su semilla creativa: en su gira como Pimiento están prohibidas las canciones de sus anteriores repertorios. “Tenemos la sensación de que si nos piden una canción nuestra es que no les basta, y de eso no se trata. Nuestra idea es que se queden contentos. ¿Qué quieren más? Pues le hacemos un tomate indomable”, replica el músico sevillano. “Curiosamente la gente no las ha pedido”, aclara Buscaglia. Incluso han ideado un banderín a modo de ristra de pimientos que colocarán sobre la zona de percusión y así “reforzar la idea”, bromea el músico sevillano
No parece casual que su aventura conjunta naciera en los albores del mayo de 2011, con la Puerta del Sol a rebosar de gente indignada. Kiko Veneno reconoce que sigue creyendo en el hombre, a pesar de que la esperanza que queda es la de que “siempre haya gente a la que marginen” en un mundo “de 7.000 mil personas dominado por los chinos, por el FMI y por países comprados por otros”. “Es importante que se rompa el bipartidismo porque es una enfermedad que se alimenta a sí misma. Es bueno que aparezcan nuevos partidos, pero confío más en las personas. El principal actor político somos nosotros. Hay que realizar acciones cívicas neutras para proteger un parque, un colegio, y luchar por la comunidad, antes de pelearnos por un político”. Por eso el músico sevillano se alegra que alguien como Luis García Montero, “una persona con una vida civil y una obra poética que se defienda sola”, haya decidido entrar en política.
Buscaglia, que también piensa que las estructuras de poder tienden a la corrupción si los políticos se perpetúan, vive el momento actual desde Sudamérica, una región que como él mismo apostilla, ha vivido crisis “súper hondas” a lo largo de la historia. “Visto desde fuera, se nota cierto renacer que no había visto, ni siquiera en tiempo de bonanza, el ambiente era algo estancado; ahora es más luminoso, se ve hasta en las charlas de bar, con los amigos, y eso mantiene vivo a un país”.
Y en ese estado de crisis permanente, ¿Creéis que el presente de los músicos pasa por hacer más directos? “Sí, creo que tenemos que ser más directos y pedirle al Ministerio que nos quite el IVA, ¿te referías a eso?”, ataja Veneno, que además de pedir la bajada del 21%, pediría un bocadillo de jamón como ritual para cada concierto.
Belén Hernández. 
El País, 15 de marzo de 2015

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