domingo, 6 de abril de 2014

Nirvana. 20 años sin Kurt Cobain



Te quiero, te quiero”, escribió Kurt Cobain. Y después, apretó el gatillo. 

El líder de Nirvana, el padrino del grunge, el icono involuntario de la desesperanza de lo que se llamó la Generación X, se quitó la vida el 5 de abril de hace veinte años. Se pegó un tiro en la cabeza después de, según el informe forense, inyectarse gramo y medio de heroína. Dejaba atrás viuda, Courtney Love y una hija, Frances Bean –“su vida será más feliz sin mí”, dejó escrito en su nota de suicidio, que hoy ya tiene 21 años. Apenas seis menos que los que tenía su padre cuando murió. 

Veinte años después, la herencia de Nirvana es mucho mayor que su trabajo en vida. Apenas tres discos de material inédito –Bleach, Nevermind e In Utero- al que se suman directos como el ultraventas MTV Unplugged, conforman el cuerpo musical de Nirvana, al que se suman grabaciones inéditas o póstumas, como You know you’re right. A pesar de fundar la banda en 1987, Cobain no conoció el éxito hasta 1991. Bleach (1989) pasó sin pena ni gloria (Más allá del éxito local) en el momento de su publicación. Pero fue Nevermind, y su single Smell like teen spirit lo que elevó a Nirvana a los altares profanos. Tras una década de Yuppies, One hit wonders y música de usar y tirar –Es cierto, existía Sonic Youth y bandas similares, pero admitamos que los ochenta se resumen mejor en el Broken Wings de Mr. Mister que en Debaser de Pixies-, de repente, alguien gritaba. “Me siento estúpido y contagioso / Aquí estamos / Diviértenos”. Siempre bajo el sello Parental Advisory: Explicit Lyrics inaugurado en 1990. Muy a tiempo.


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