viernes, 15 de mayo de 2009

Trilobites de Aveiro


Son 465 millones de años más antiguos que el primer homínido europeo que vivió en Atapuerca y poblaron la tierra casi trescientos millones antes de que lo hiciera el primer dinosaurio. Vivían en los mares de todo el planeta y, de forma muy abundante, en el espacio que ahora ocupa Galicia y el resto de España y Portugal. Solo que por aquel entonces todo era fondo marino y ni tan siquiera existía el relieve que emergería millones de años después para dar lugar a la Península. En este hábitat vivían hace 528 millones de años los trilobites, los artrópodos marinos característicos de la era Paleozoica. Y es también en este entorno donde un equipo internacional de paleontólogos, liderados por el CSIC y coordinados por el gallego Juan Carlos Gutiérrez-Marco, ha encontrado el mayor yacimiento de trilobites gigantes localizado hasta la fecha. Los fósiles de estos organismos similares a los crustáceos, hallados en la cantera portuguesa de Arouca (Aveiro), llegan a alcanzar incluso los 90 centímetros de longitud, cuando lo habitual es que no superen los diez. La datación se ha fijado en 465 millones de años.



«Batimos el récord que hasta ahora tenía Canadá con un único ejemplar de 70 centímetros, pero aquí tenemos muchos y más grandes», explica Gutiérrez-Marco. Pero ¿a qué se debe este abultado tamaño? En un trabajo publicado en la revista científica Geology , los investigadores han probado que ha sido el frío lo que ha causado el gigantismo de los trilobites, tal y como ocurre ahora con especies de cangrejo de hasta dos metros localizados en aguas antárticas. «Es la evidencia más antigua de gigantismo polar, un fenómeno que se registra en los organismos actuales, pero del que nosotros demostramos que se remonta a esa época, hace 465 millones de años», constata el paleontólogo del CSIC.

Pero ¿frío gélido en Galicia y Portugal? En la época sí. En el período Ordovícico (488 a 433 millones de años), los territorios ibéricos se encontraban muy cerca de lo que antes era el Polo Sur (el actual Sáhara) y formaban parte de la plataforma marina que circundaba el desaparecido macrocontinente de Gondwana.

El estudio también ha encontrado la clave del éxito evolutivo de una especie que, pese a su aparente fragilidad y a estar amenazada por gran número de predadores, pobló los fondos marinos durante 278 millones de años y resistió a la masiva extinción de la glaciación Ordovicia y a otras menores. Su dilatada supervivencia se debió a que estos pequeños organismos que colonizaron los mares de la era Paleozoica se agrupaban en grandes grupos de miles de ejemplares, una estrategia con la que sorteaban a sus atacantes en sus dos fases de mayor vulnerabilidad: la muda de su caparazón y la reproducción.

Además de ser los más grandes, son los que mejor conservados se han hallado. Así lo ha confirmado el coordinador de la investigación, el científico del CSIC Juan Carlos Gutiérrez Marco, quien explica: “La cantera brinda fósiles de especies conocidas, pero lo que resulta excepcional es que los ejemplares adultos se conservan completos".
Gutiérrez-Marco describe el yacimiento como “una pequeña Pompeya de trilobites en un fondo marino de hace 465 millones de años, en la que muchos invertebrados perecieron sofocados y yacen en el mismo lugar en el que vivieron”. Así, se han encontrado algunos individuos enrollados en posición defensiva u otros que murieron mientras mudaban el caparazón y conservan su vieja muda junto al cadáver.
Esta circunstancia ha permitido a los investigadores trazar instantáneas de la vida de los trilobites, unos organismos que colonizaron los mares paleozoicos durante 250 millones de años. “Esto ha permitido ver que los trilobites no se distribuían aleatoriamente sobre el fondo marino, sino que se congregaban en grandes grupos, con decenas a miles de individuos de cada especie, rodeados por amplias extensiones vacías”, explica el paleontólogo del CSIC.


Según Artur Sá, coautor de la investigación y paleontólogo de la Universidad portuguesa de Trás-os-Montes e Alto Douro, “estos agrupamientos obedecen a patrones defensivos frente a los depredadores y han sido observados en muchos organismos actuales durante los procesos de muda y reproducción en masa, como el cangrejo cacerola de las Molucas”.

Tanto la cantera como los fósiles pueden visitarse en el Centro de Interpretación Geológica de Canelas en el Geoparque Arouca, integrado en la red europea de geoparques de la UNESCO.

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