BARCELONA.- Ni el humor irreverente ni la chispa locuaz de Maruja Torres, ganadora de la edición 2009 con la novela 'Esperadme en el cielo', pudieron subir los ánimos del premio literario más longevo y prestigioso de las letras españolas.
La velada del LXIV Premio Nadal de novela, dotado con 18.000 euros, ha transcurrido en una atmósfera a caballo entre el luto y el homenaje. Quien debía pasar el testigo ya no estaba allí. El escritor Francisco Casavella, ganador de la pasada edición, falleció el 17 de diciembre pasado a los 45 años.
De ahí que la finalista y compañera de gira del año anterior, Eva Díaz, recordara la figura del escritor y leyera un fragmento de 'Lo que sé de los vampiros' (Destino), novela con la que Casavella se alzó con el Premio Nadal hace exactamente un año.
El otro homenajeado fue Antoni Vilanova, catedrático emérito de Literatura Española de la Universitat de Barcelona y jurado del premio durante décadas, que falleció en febrero de 2008. Para él, el jurado compuesto por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y el editor Emili Rosales tuvo una mención especial.
A tono con los homenajes la novela ganadora, 'Esperadme en el cielo', rinde tributo a los dos mejores amigos de Maruja Torres: Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán. Novela de marcado tinte memorialístico, la reportera y ganadora del Premio Planeta 2000 por 'Mientras vivimos' es la protagonista de la ficción. Maruja se reencuentra en el más allá con sus viejos compañeros de correrías del mítico Chino de Barcelona, barrio que los vio nacer a los tres.
Desde allí evocan su dura infancia de posguerra y sus vivencias compartidas. El diálogo a tres bandas: Maruja, Terenci y Manolo, da cuerpo una atmósfera mágica por la que transcurren los escenarios de su educación sentimental, desde las matinées de los cines de barrio, hasta Alejandría y los fotogramas de los años dorados de Hollywood.
Pero también los tres amigos repasan sus deferencias de criterio y sus caminos profesionales divergentes que los transformarían en, cada uno en su ámbito, en las voces más relevantes del Raval barcelonés. Terenci como la figura mediática y el escritor glamouroso más leído de la historia del Premio Planeta con 'Si te dicen que fue un sueño'; Manolo Vázquez Montalbán con su consagración policiaca de la mano de la serie Pepe Carvalho y sus intervenciones críticas de intelectual comprometido; y por último Maruja, la inquieta reportera, cuyas columnas de opinión son tan populares como polémicas, que ha preferido la ciudad de Beirut como su residencia fija en la actualidad.
La velada del LXIV Premio Nadal de novela, dotado con 18.000 euros, ha transcurrido en una atmósfera a caballo entre el luto y el homenaje. Quien debía pasar el testigo ya no estaba allí. El escritor Francisco Casavella, ganador de la pasada edición, falleció el 17 de diciembre pasado a los 45 años.
De ahí que la finalista y compañera de gira del año anterior, Eva Díaz, recordara la figura del escritor y leyera un fragmento de 'Lo que sé de los vampiros' (Destino), novela con la que Casavella se alzó con el Premio Nadal hace exactamente un año.
El otro homenajeado fue Antoni Vilanova, catedrático emérito de Literatura Española de la Universitat de Barcelona y jurado del premio durante décadas, que falleció en febrero de 2008. Para él, el jurado compuesto por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y el editor Emili Rosales tuvo una mención especial.
A tono con los homenajes la novela ganadora, 'Esperadme en el cielo', rinde tributo a los dos mejores amigos de Maruja Torres: Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán. Novela de marcado tinte memorialístico, la reportera y ganadora del Premio Planeta 2000 por 'Mientras vivimos' es la protagonista de la ficción. Maruja se reencuentra en el más allá con sus viejos compañeros de correrías del mítico Chino de Barcelona, barrio que los vio nacer a los tres.
Desde allí evocan su dura infancia de posguerra y sus vivencias compartidas. El diálogo a tres bandas: Maruja, Terenci y Manolo, da cuerpo una atmósfera mágica por la que transcurren los escenarios de su educación sentimental, desde las matinées de los cines de barrio, hasta Alejandría y los fotogramas de los años dorados de Hollywood.
Pero también los tres amigos repasan sus deferencias de criterio y sus caminos profesionales divergentes que los transformarían en, cada uno en su ámbito, en las voces más relevantes del Raval barcelonés. Terenci como la figura mediática y el escritor glamouroso más leído de la historia del Premio Planeta con 'Si te dicen que fue un sueño'; Manolo Vázquez Montalbán con su consagración policiaca de la mano de la serie Pepe Carvalho y sus intervenciones críticas de intelectual comprometido; y por último Maruja, la inquieta reportera, cuyas columnas de opinión son tan populares como polémicas, que ha preferido la ciudad de Beirut como su residencia fija en la actualidad.
No se trata de unas memorias, sino de una ficción, con diálogos recreados libremente y narrada desde la voz de la escritora."Empecé a hacer espiritismo laico, empecé a convocarlos en mis sueños; es duro sobrevivir a dos amigos así que fueron tan generosos con su talento", declaró Torres al recibir el galardón. "Me he dado una especie de vacaciones en el cielo para reírme con ellos y hacer tonterías", añadió la periodista. Pese a admitir que se trata de un cuento "en el fondo triste", matizó: "Es una comedia muy entretenida en la que volamos, salen Peter Pan y Wendy, Terenci tiene pelos y de muchos colores y Manolo sale de Carvalho".
El joven vallisoletano Rubén Abella quedó finalista del Nadal con la novela 'El libro del amor esquivo', una suerte de reinterpretación del 'Libro del buen Amor', pero en clave urbana del Madrid actual.
Con 'El libro del amor esquivo' Abella cruzan los destinos de tres personajes: una 'paparazzi' acostumbrada a ganarse la vida con los avatares sentimentales de los famosos, un hombre de mediana edad que carga con una ruptura amorosa a cuestas mal cicatrizada y un joven de una aldea remota de Galicia que no da pie con bola en la capital española.
El tercer galardonado de la noche fue el gerundense Gaspar Hernàndez, locutor de Una nit a la Terra, en Catalunya Ràdio, y columnista habitual de EL MUNDO de CATALUNYA, que se llevó el Premi Josep Pla de novela en lengua catalana con 'El silenci', nada menos que su debut narrativo.
La obra, cuya peripecia transcurre en la isla de Formentera, repasa la evolución espiritual de una joven japonesa que acaba de salir airosa de su lucha contra el cáncer. En su impedimenta lleva la meditación Zen, actividad de la que ha impartido clases en un monasterio budista, y convencimiento del poder curativo del espíritu y la palabra cuando se saben encauzar. La protagonista se pregunta por qué si las emociones pueden hacer enfermar, no pueden también curar. Para ello, pide a un amigo periodista que, una vez ella quede inconsciente después de tomar somníferos, le hable, confiando en el poder curador de la palabra. El periodista, en que Hernàndez confiesa que ha volcado en parte su propia personalidad, es absolutamente escéptico pero acepta por amor.
El jurado del Premi Josep Pla de novela, cuyo monto asciende a 9.000 euros, estuvo formado por Sebastià Alzamora, Rosa Cabré, Baltasar Porcel, Àlex Susanna y Ester Pujol.
A los homenajes se suma, en el 65 aniversario del Premio Nadal, Carmen Laforet, autora de la primera novela que recibió el galardón. Destino saca mañana a la venta una edición de lujo de 'Nada'.
El Premio Nadal de novela es el más antiguo que se otorga en España. Lo concede desde el año 1945, un año después de su institución, Ediciones Destino y su lista de ganadores muestra la evolución de la literatura española del último medio siglo. Se entrega la noche del día de Reyes de cada año en el hotel Ritz de Barcelona.
Cuantía: 18.000 euros
Fecha: Enero (día 6)
Página oficial: www.edestino.es
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